“Señoras y señores terminó, terminó, terminó, finalizó la etapa número 10, José Tito Hernández, José Tito Hernández, del Team de Medellín, el gran triunfador, el gran ganador, el gran guerrero, José Tito Hernández el campeón de la Vuelta a Colombia, apoteósica, histórica en el barrio La Perseverancia y en la localidad Santa Fe”.
La voz resuena por la iglesia, la cancha deportiva, el parque y golpea frente al busto que se erige de Jorge Eliécer Gaitán. A su susurro se le pegan centenares de espectadores, quienes salieron a las calles a ver la edición número 71 de la Vuelta a Colombia. Es como si la voz de Chaparro arrullara a los vecinos al son de los pedalazos.
El barrio La Perseverancia es una fiesta multicolor. De sus calles cuelgan arcoíris de retazos triangulares que adornan la celebración. No todos los años una competencia de esta importancia pasa por sus calles.
Hace más de tres décadas la voz de Chaparro, como conocen a Luis Fernando Chaparro, se escucha rugir por el asfalto del barrio obrero. El narrador del pueblo se ha encargado de alegrar sus días en torneos, partidos y ‘picados’ de barrio.
“La importancia de que La Perseverancia haya recibido a ciclistas nacionales e internacionales y a todas las empresas es que la ‘Perse’ está ganando más, en un reconocimiento como un barrio histórico, célebre y barrio emblemático en la historia del centro de Bogotá”, asegura Chaparro, como murmurando, mientras le recomienda a los vecinos que continúen protegiéndose del Covid cumpliendo con las normas de bioseguridad, mientras observan la carrera.
Para Chaparro, “el ciclismo le aporta al barrio La Perseverancia a que todas las generaciones, especialmente esta generación que está sufriendo por toda la situación social, política y cultural que está viviendo el mundo, es que tengan un ejemplo claro y concreto sobre el manejo del deporte, el ánimo y las ganas de ser un gran deportista”.
La carrera termina. Entre gritos y arengas, los vecinos motivan a un ‘pelao’, de los rezagados, quien a pesar de ir último, quiere terminar la prueba. Chaparro, aunque ya apagó la cabina, le grita: “vamos, vamos por La Perseverancia, arriba, arriba, que usted es el más joven del lote”.
Como si las palabras fueran una inyección de fuerza en sus piernas. El ciclista se para en pedales y enfrenta la montaña. Chaparro sonríe, su voz da berraquera.
Sueña con tener un ciclista del barrio. Al que le pueda narrar sus carreras y gritar orgulloso que es de la ‘Perse’.
“Esperamos que del barrio se pueda sacar un ciclista , como ya tuvimos un gran fondista en el maratón, como tenemos otros deportistas en el baloncesto, el micro y el fútbol, esperamos que con todo esto se animen los jóvenes de nuestro tiempo para que incursionen en el ciclismo y saquemos grandes glorias del ciclismo de la ‘Perse’”, repite como si el nombre del barrio por el cual repica su voz ronca pero mansa, le diera ímpetu para hacer realidad su anhelo.
Ha narrado tres etapas de la Vuelta a Colombia. Oídos del Huila, Tolima y Boyacá lo han escuchado. Seguirá repicando en el barrio donde ya hace parte de 109 años de historia.
