
Con la llegada de la primera temporada de lluvias del 2025, Bogotá enfrenta un aumento significativo en las precipitaciones, lo que incrementa el riesgo de inundaciones, deslizamientos y emergencias viales. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se espera que las lluvias se extiendan hasta junio, afectando distintos sectores de la ciudad. Ante este panorama, la Alcaldía Mayor y diferentes entidades han activado protocolos de prevención y respuesta. A continuación, un ABC con las principales recomendaciones para enfrentar esta temporada de manera segura.
Monitoreo y respuesta ante emergencias
El Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER) y la Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS) han reforzado el monitoreo en las 20 localidades de la ciudad. Esto permite detectar oportunamente cualquier situación de riesgo, como aguaceros intensos, caída de granizo, fuertes vientos y posibles deslizamientos. Además, se han habilitado Puestos de Mando Unificado (PMU) en los sectores más vulnerables para coordinar la respuesta de las entidades de emergencia.
¿Qué hacer para prevenir inundaciones y emergencias?
Las autoridades han difundido una serie de recomendaciones clave para reducir riesgos y evitar incidentes:
En casa:
• Mantener limpios los desagües, canales y bajantes de agua para evitar obstrucciones.
• Revisar el estado de los tejados y cubiertas, asegurando que no haya filtraciones ni elementos en riesgo de desprendimiento.
• No arrojar grasas, aceites o residuos en los sifones y desagües, ya que pueden generar taponamientos en el alcantarillado.
• Disponer correctamente los residuos sólidos en bolsas cerradas y sacarlas en los horarios de recolección establecidos.
En la vía pública:
• No arrojar basura ni escombros en las calles, ya que pueden obstruir los sumideros y provocar inundaciones.
• Evitar transitar por zonas de alto riesgo de encharcamiento o desbordamiento de quebradas.
• Si se encuentra en la calle durante una tormenta, no busque refugio debajo de árboles o postes de luz, ya que pueden colapsar debido a los fuertes vientos o descargas eléctricas.